Notimex Una subasta de obras de arte donde el potencial comprador puede pagar el objeto de sus sueños de la manera que más le conviene: así se puede resumir Art Truc Troc, evento que en los últimos 14 años ha confirmado su éxito en la programación de invierno de Bruselas.
La última edición, realizada el pasado fin de semana en el centro de artes Bozar de la capital belga, reunió unas 300 obras realizadas por un centenar de artistas.
Aunque los organizadores desconocen todavía el público acogido en los tres días de evento, confían que la cifra será similar a la de 2017, cuando casi 20 mil personas participaron de Art Truc Troc, una cifra considerable para una ciudad de poco más de un millón de habitantes.
El concepto es sencillo: el visitante recorre la exposición y, cuando se topa con una obra que le interesa, ofrece un producto o un servicio a cambio, teniendo en cuenta que tendrá que competir con otras decenas de personas por la preferencia del artista.
La oferta se hace por escrito, en papeletas autoadhesivas de variados colores, que al pasar de las horas van llenando paredes y suelo de las salas de exposición.
Hay quien ofrezca una lasaña casera, una tasa de té y galletas, una sesión de masaje, clases de guitarra, piano, inglés o un viaje de fin de semana con todo incluido.
Algunos se contentan con expresar su apreciación por la obra.
Otros simplemente se divierten sugiriendo títulos para las obras.
Junto al dibujo de un hombre haciendo movimientos con un brazo, una papeleta anuncia el “Nuevo Ataque de Ninja”, mientras que otra declara: “Habla con la Mano”.