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REMEMBRANZA

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Publicado
2 meses antesen
Por
omarPor: Manuel Paredón
Querétaro, otra ciudad que habría que recordar para que conozcan las nuevas generaciones.
Intacta conserva su traza original pero algunas prendas de su ropaje han cambiado y seguirán cambiando.
Entre los años 50 y 60s, la población no llegaba a los 200 mil habitantes, hoy en día, rebasa con mucho el millón.
Zaragoza, una de sus Avenidas Principales solo estaba urbanizada de Pasteur a Ezequiel Montes, hacia los Arcos, era una brecha para los pocos vehículos que había.
Peñascos de todos tamaños sobresalían en la empinada cuesta, adelante del tanque del agua, media calle, se levantaba la Escuela Primaria 21 de Marzo.
Las aguas de los manantiales de los Socavones de La Cañada, llegaban por una serpenteante cañería a los Arcos hasta el tanque del agua desde donde se distribuía por gravedad, a la población y fuentes públicas donde la abrevaban los pobres para sus más elementales necesidades
Algunas de esas fuentes aún se conservan en 21 de Marzo y Avenida del Trabajo, Zaragoza, casi esquina con Pasteur, Ocampo y Pino Suárez- Ezequiel Montes, antes de llegar a Avenida Universidad, entre otras.
Zaragoza llegaba hasta Ezequiel Montes, donde se encontraban los corrales para engordar cerdos de Don Enrique Sierra.
Por la brecha de Zaragoza que continuaba, cruzaban las calles de Nicolás Campa e Ignacio Pérez, y el camino que conducía a Santa Rosa Jáuregui, San José Iturbide y San Miguel de Allende.
Entonces no se construía la carretera Constitución
Ese camino, es ahora parte de la Avenida Tecnológico.
Por ese rumbo, comenzaba la hacienda La Capilla de don Antonio García Jimeno y que todavía conservan sus hijos como oficinas para sus empresas inmobiliarias.
Era una hacienda tan grande que llegaba más allá de Prolongación Zaragoza, por eso le pusieron el nombre de La Capilla, a la colonia de aquella zona.
En lo que es ahora la Comercial Mexicana de Zaragoza, ardían unos hornos de ladrillo y otros más se extendían a lo largo de Prolongación Tecnológico,
En Zaragoza, a media calle, esquina con Vergara, se encontraba el monumento a Benito Juárez Cuenta la leyenda que a media noche se bajaba a platicar con Miguel Hidalgo, de ahí el miedo de acercarse a la Alameda tan pronto oscurecía.
También sobre Zaragoza pero en la esquina de Juárez, se levantaba el monumento a Cristóbal Colón.
Por eso le impusieron el nombre del descubridor de América a las dos calles que terminan en Constituyentes, antes Panamericana.
En 1961, cuando llega a la gubernatura el Ingeniero Manuel González de Cosió, se inicia el mejoramiento y transformación de la ciudad, y entre otros proyectos, dispuso la urbanización de Zaragoza, de Pasteur hacia los Arcos, y convertirla en moderna Avenida.
Nadie quita de la cabeza a los queretanos de aquella época que en las excavaciones para remover los peñascos, los albañiles encontraron unas vasijas repletas de monedas de oro y que se llevaron, y nunca más se les volvió a ver.
El monumento a Benito Juárez, y el de Cristóbal Colón, los quitaron de aquellos sitios.
La plaza de Toros Colon que ocupaba el predio de Plaza Niza y otros terrenos, cayó bajo la picota de las obras del ambicioso proyecto.
En aquel coso, escenario de las mejores corridas de toro, peleas de box y otros espectáculos de primer nivel, se entraba por Colón y Tolsa.
El nuevo mercado Escobedo, se construiría años después.
El Campo Santo del Espíritu Santo fue derruido para construir el Instituto Salesiano.
Cuando las canchas deportivas eran de tierra, los alumnos se topaban a cada rato con restos de los difuntos que no fueron exhumados para enterrarlos en el nuevo Panteón Municipal de la Colonia Cimatario.
Para seguir con la transformación de Zaragoza, echaron debajo los corrales de engorda de cerdo de Don Enrique Sierra que como se dijo, estaban a la altura de Ezequiel Montes.
En la misma avenida de Zaragoza y Tecnológico, se diseñó una enorme Glorieta donde sobresalía un símbolo del Club Rotario que luego cambiarían por otro proyecto.
Zaragoza, hasta 5 de Febrero, fue terminada como actualmente se conoce, y pronto se llenó de construcciones, mayoritariamente para comercios.
De Zaragoza, Juárez, y otras céntricas calles, desalojaron las terminales de los autobuses foráneos, Flecha Amarilla, Estrella Blanca, Transportes Anáhuac, Ómnibus de México que llegaba al restaurante Salón del Valle de Corregidora y 16 de Septiembre, Corsarios del Bajo, de Pasaje de la Llata y Transportes Corregidora.
Fueron concentrados en la Central Camionera que con el paso de los años, cambiaron a donde se ubican.
En ese mismo predio que tiempo después dio paso al Centro Cultural Gómez Morín, estuvo el parque de beisbol, sede de la novena Camoteros del Querétaro que milito en la Liga Central Profesional.
Que tiempos aquellos.
TAXIS
Por otro lado, los pocos vehículos particulares de los queretanos, orillaban al resto de la población a utilizar los llamados coches de sitio.
Y es que como sitios, se les identificaba a las bases que tenían esas unidades en cuadras a la redonda del jardín Obregón (Zenea)
Eran los sitios Obregón, Unión, Querétaro, Santa Clara y Goya, donde se formaban las unidades para prestar sus servicios las 24 horas.
Cada sitio contaba con su teléfono en una caja asida a un poste en plena banqueta, donde el “apuntador” contestana la llamada solicitando el servicio en por ejemplo al periódico NOTICIAS, informando que iría el carro número 39 que correspondía a los dígitos de las placas.
Los servicios más demandados eran para el traslado de los novios al templo donde se casaban y al panteón, para llevar a deudos y amigos de una persona fallecida.
Esos carros eran verdaderas limusinas, de pintura original, no como los de ahora.
Después del servicio, regresaban a su sitio
Con el rápido crecimiento de la ciudad, se crearon otros “sitios”, Alameda Hidalgo, Central Camionera, Mercado L Cruz, El Tepetate, Cerrito, Mercado Escobedo, Los Arcos, República, Casa Blanca, Lomas de Casa Blanca, Seguro Social ISSSTE, Hospital General, entre otros,
En la administración del gobernador Antonio Calzada Urquiza (1973-1979), se fusiono. Transito del Estado con la Policía Municipal, pintaron los cuadros de amarillo y desaparecieron los sitios, convirtiéndose en ruleteros. CONTINUARA.