POR DALIA LARISA J. OTERO
ESCRITORA
La mujer de manos cansadas
de vientre cansado
de utilidad cansada
cansada de incomodar cuando es invisible
cansada de ser invisible
cansada de sostener caretas
cansada de estar embarazada
de tener hijos
de renunciar a sí misma
de hacerse pequeña
de ofrecer placer
bloqueando lo que siente
cansada de cuidar a todos
cansada de despedirlos
cansada de enterrarlos.
Cansada deja todo
y vuela a pesar del cansancio
se esfuerza para sí misma
cultivando el espacio propio
que una tal Virginia recomendó.