Inauguran “Miradas”, de Olga Hernández.
Por Tovar Molgado
Fotos: Alejandro Saenz y Andrea Becerra
“Gracias a Diego Bernardini, por creer y apostar por mí, a mi esposo que es apoyo incondicional, a mis hijos, papás y hermanos por siempre estar y llenarme de inspiración, gracias a todos por venir, me emociona ver caras conocidas que quiero y extraño”.
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Amena velada se vivió en días pasados en Bernardini Art Gallery, con la inauguración de la exposición “Miradas”, de la artista plástica Olga Hernández, quien con sus 100 obras exhibidas deleitó a los espectadores.
Se trata de una exposición que consta de 100 obras de su autoría, a la que decidió llamar “Miradas” ya que la mayoría de sus creaciones se caracterizan por tener muchos ojos, pues tiene la firme creencia que esta es una forma de transmitir el interior y la verdadera esencia.
“Los ojos no mienten, las miradas revelan emociones, intenciones. Las miradas son parte crucial del lenguaje no verbal y lo que expresan es infinito”, compartió la artista al preguntarle el porqué del nombre.
Entre música de jazz, canapés y vino, se dieron cita personalidades del ámbito social, político y cultural, y por supuesto su familia, quien en todo momento le manifestó y externó su apoyo y cariño total.
“La obra de la maestra Olga Hernández, nos llena el ojo, el alma, tiene un gran Don y el gran talento de lograr con su obra lo que pocos artistas logran, con sus ojos, con sus Miradas, nos hace ir más allá, imaginar y llevarnos a otro plano, otra dimensión, hacernos vibrar y ponernos chinita la piel. Cuando vi por primera vez la obra de Olga, supe que nació para brillar y no es casualidad que su arte traspase fronteras y se haya exhibido en París, Mónaco, Madrid, Portugal, Egipto, N.Y etc., Pero por el cariño que le tiene a Querétaro, decidimos que sería el mejor lugar para tener los próximos 6 meses exhibida su obra y disfrutar con su técnica que es única y que logra hacer en un sólo trazo, grandes personajes que nos atrapan y nos envuelven”, expresó el curador de arte y galerista, Diego Bernardini.
Momento antes de concluir el acto inaugural, la artista realizó uno de sus característicos trazos en vivo, sin despegar el pincel del lienzo hasta poner punto final, y como ella lo dice, ese es el esqueleto de la obra a la cual le fueron agregando color y sentimiento para lo cual sorprendió a los invitados, pidiéndoles ayuda para terminar de darle vida a la obra.