El asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua son signo de la violencia que azota al país
Por Mánelick Cruz Blanco
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“El grito de justicia es muy grande”, consideró Mons. Martín Lara Becerril tras el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, por lo que consideró que es necesario que la sociedad y el gobierno establezcan nuevas estrategias para combatir la violencia.
Mons. Lara Becerril consideró que es la sociedad la que ha pagado “toda esta violencia sin escrúpulos” que se basa “en el dinero y en conquista de espacios de poder” por parte del crimen organizado, lo que ha aumentado el grito social que pide “el alto a la violencia”.
“Necesitamos empeñarnos todos, el gobierno, la sociedad y la Iglesia, en la construcción de la paz. A nivel del gobierno con estrategias nuevas y renovadas, con iniciativas inucitadas. En la sociedad necesitamos construir los valores que abarcan desde la familia”, sentenció.
Por ello, consideró que el cansancio de la gente por las drogas y las armas es una carga enorme que carga la sociedad y refirmó sus oraciones para las familias y conocidos de estos padres jesuitas que hoy cargan con el dolor de su violento asesinato.
Asimismo, en cocordancia con los publicado por el papa Francisco, que en sus redes sociales expresó dolor y consternación por lo sucedido, igualmente Mons. Lara Becerril aseguró que la iglesia queretana se une al dolor y rechaza “profundamente la violencia que cada día se ha extendido más”.
“Urge un cambio de estrategia al nivel del combate a la delincuencia. Hemos visto cómo a nivel Federal se ha propuesto una estrategia, pero después de tres años creo que es necesario repensar un cambio urgente en la estrategia”, sentenció el religoso.
El lunes fueron asesinados los sacerdotes Javier Campo Morales y Joaquín Mora Salazar, misioneros del templo de Carocahui, además de un laico, en Urique, Chihuahua. Pese a los ruegos de no disparar, el sicario que perseguía al civil asesinó también a los religiosos y se llevó sus cuerpos.